Alquilar una vivienda puede ser una excelente inversión, pero también conlleva ciertos riesgos. Uno de los más preocupantes para los propietarios es el impago del alquiler por parte del inquilino. Para protegerse ante esta situación, existe el seguro de impago de alquiler, una herramienta que ofrece tranquilidad y seguridad tanto a propietarios como a inquilinos. En este artículo te explicamos qué es, qué cubre, cuánto cuesta y por qué es tan útil.
El seguro de impago de alquiler es una póliza que protege al propietario cuando el inquilino deja de pagar el alquiler. Si esto ocurre, la aseguradora se hace cargo de abonar las mensualidades impagadas durante un período determinado. Además, estas pólizas suelen incluir otras coberturas como defensa jurídica, asistencia legal o reparación de daños por actos vandálicos.
Se trata de una solución eficaz para evitar pérdidas económicas y trámites legales costosos, y permite a los propietarios alquilar sus viviendas con mayor seguridad y confianza.
Aunque las coberturas pueden variar ligeramente entre aseguradoras, en general, las siguientes se repiten en la mayoría de pólizas:
La cobertura principal es el abono de las rentas impagadas. Dependiendo de la póliza, esta indemnización puede cubrir entre 6 y 12 meses de impago. Es decir, si el inquilino deja de pagar, la compañía aseguradora asumirá el importe del alquiler mensual hasta el límite contratado.
Estas pólizas incluyen asesoramiento legal y defensa en caso de tener que iniciar un procedimiento judicial contra el inquilino. Cubren los costes del abogado, procurador y demás trámites necesarios para recuperar la vivienda.
Si el inquilino causa daños intencionados en la vivienda, la aseguradora cubrirá los costes de reparación. Esto protege al propietario ante destrozos como paredes pintadas, electrodomésticos dañados o mobiliario roto.
Algunas pólizas también cubren las facturas impagadas de luz, agua o gas, siempre que estén a nombre del inquilino.
Otra cobertura útil es la asistencia en el hogar, que incluye servicios urgentes como cerrajería, fontanería o electricidad. En caso de desahucio, también puede estar incluido el cambio de cerradura.
Antes de contratar este tipo de seguro, la aseguradora evaluará el perfil del inquilino para comprobar su solvencia económica. Los requisitos más habituales son:
Por norma general, el propietario es quien contrata y paga el seguro. No obstante, existe la posibilidad de que se pacte entre ambas partes (propietario e inquilino) que este último asuma total o parcialmente el coste del seguro, siempre que quede reflejado en el contrato de arrendamiento.
El precio del seguro varía en función de diversos factores:
De media, el seguro de impago de alquiler cuesta entre el 3% y el 5% del importe anual del alquiler. Por ejemplo, para un alquiler de 900 euros al mes, el seguro puede rondar entre 320 y 540 euros al año.
Una vez que el propietario solicita el seguro, la aseguradora realiza un estudio de solvencia del inquilino. Si el inquilino cumple con los requisitos exigidos, la compañía aceptará emitir la póliza. En caso contrario, se denegará la contratación.
No, actualmente no es obligatorio. Sin embargo, cada vez más propietarios lo contratan para alquilar con mayor seguridad. Al igual que ocurre con el seguro del coche, no es obligatorio tener un seguro de impago, pero sí es muy recomendable.
Cubre el impago de rentas, gastos legales, vandalismo, impago de suministros y asistencia en el hogar. Algunas pólizas también cubren el cambio de cerraduras.
Normalmente lo paga el propietario, aunque se puede pactar con el inquilino.
Entre el 3% y el 5% de la renta anual. Por ejemplo, para una renta mensual de 800 €, el seguro puede costar entre 288 € y 480 € al año.
Cumpliendo con los requisitos exigidos por la aseguradora: ingresos estables, contrato indefinido y buen historial crediticio.
En ese caso, la aseguradora puede rechazar la contratación de la póliza. El propietario debería valorar buscar otro perfil de inquilino o asumir el riesgo sin seguro.
El seguro de impago de alquiler es la mejor garantía para propietarios que desean alquilar su vivienda con tranquilidad. Asegura el cobro de la renta, protege ante daños y ofrece respaldo legal. En Boomerang Brokers trabajamos con soluciones adaptadas a cada caso.
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